Las Tarjetas Personales de Seda son una tecnología muy nueva de la que muchas personas ni siquiera han oído hablar. La sensación y el tacto de estas tarjetas es diferente a cualquier otra y no se puede explicar fácilmente. Tienen el aspecto de una tarjeta personal a todo color que se ha laminado, pero dan una sensación suave y sedosa al tacto.
¡Lo mejor de las tarjetas de seda es que son casi indestructibles! Son resistentes al agua, no se rompen o rasgan fácilmente y se puede escribir en ellas si necesita anotar algo o escribir un número. Las tarjetas personales de seda son sin ninguna duda la señal de que está listo para llevar su negocio al siguiente nivel.
Las tarjetas personales de seda se ven muy elegantes y tienen más probabilidades de impresionar a los clientes actuales y potenciales. Esto es porque se fabrican con un papel grueso. Lo cual, combinado con el laminado de seda o satinado produce una tarjeta gruesa duradera. Las tarjetas se cortan con una máquina de troquelado según las dimensiones que usted especifique. Una vez que el diseño esté finalizado y se imprima según las especificaciones de color determinadas, se aplica la capa de seda. Otras mejoras que se pueden hacer a las tarjetas son, por ejemplo, el brillo de barniz UV en varios lugares.
Puede preguntarse por qué debe elegir tarjetas de seda sobre otros tipos de tarjetas disponibles. Pueden ser tarjetas personales mate o con brillo. Se trata de la marca de su negocio y la percepción que brinda su tarjeta cuando se la entregue a alguien. Principalmente, lo que usted desea es destacarse de la multitud. Desea separarse de otras empresas y ser recordado. Si sólo tiene una tarjeta personal pequeña para hacerlo debe asegurarse que deje la mejor impresión. Vale la pena gastar una pequeña cantidad para incrementar los ingresos potenciales de su negocio. Por favor llame a Korum para informarse sobre cómo podemos ayudarle con sus tarjetas personales o cualquier otra impresión que pueda necesitar o visite nuestro sitio web en http://www.korumservices.com.
